Vampiros en el Cine y en Serie

En los últimos tiempos los vampiros se han puesto de moda

A pesar de los denodadados esfuerzos de Peter Cushing, Laurence Olivier, Rod Steiger, Anthony Hopkins o cualquiera de quienes se han puesto en la piel del doctor Van Helsing, incluida Sarah Michelle Gellar en su papel de Buffy, en su cruzada para acabar con ese engendro del mal que otrora fue el vampiro (hoy cada vez más suavizado hasta el punto de parecer humano al objeto de brindarle un cáriz más romántico), los caminantes de la noche han seguido protagonizando año tras año sus andanzas en el séptimo arte, habiendo recalado con fuerza últimamente en series de televisión. [Este artículo está protegido por derechos de autor. Ver detalles al final del mismo]
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Especial.- Nuestro colaborador Dani Miera en diversas ocasiones ha aludido a la necesidad de cultivar todos los géneros, subrayando la escasa presencia del cine de terror en esta página. Aprovechando nuestro reciente primer cumpleaños, al término del cual era una serie que tiene a un vampiro (Henry Fitzroy) como protagonista el artículo más visto, Blood Ties, y que la HBO acaba de estrenar en Estados Unidos la nueva creación del guionista Allan Ball, cuyo comentario de Un Mundo de Cine estos días es también altamente visitado, True Blood, hemos querido hacer un repaso a los múltiples actores que han encarnado al personaje.

No están todos, pero sí al menos los más representativos y destacados, desde la época del cine mudo y el blanco y negro en que Murnau consiguió aterrorizar las salas de cine, al color iniciado y tan efectivamente bien aprovechado por la Hammer a partir de 1958. Desde el clásico vampiro por excelencia, Drácula, hasta los más diversas variantes de los tiempos modernos, el halo de misterio que los acompaña siempre ha ido parejo al miedo que despiertan entre nosotros. El cine y la televisión han sabido hacer uso de los mismos, mostrando el lado más oscuro y aterrador, pero también el más humano de unos seres condenados a vivir eternamente a costa de beber la sangre de sus víctimas. Terror, romanticismo, acción, violencia, drama, comedia y erotismo han sido los condimentos de algunas de las películas protagonizadas por los vampiros que reseñamos a continuación. -Hubo un día en que no era capaz de sentarme a ver en solitario a Christopher Lee, en otra ocasión tuve que ausentarme del cine Capitol durante unos minutos por el mareo que me estaba provocando Entrevista con el Vampiro. En esos momentos sólo dos hombres me infundían valor, Peter Cushing y Laurence Olivier-. En otra ocasión hablaremos de los cazadores de vampiros...
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Max Schreck fue el Conde Orlok y dio vida en Nosferatu (1922) a un vampiro (el primero del cine) portador de plagas en la película más famosa del maestro del expresionismo alemán, F.W. Murnau, quien hubo de destruir todas sus copias ante la demanda por plagio de la viuda de Bram Stoker (aunque algunas afortunadamente sobrevivieron). Obra clave del cine, rebosante de simbolismo, cuya atmósfera e interpretación de Schreck con orejas puntiagudas, manos como garras de afiladas uñas y rostro deformado, todavía hoy resulta aterrorizante, propia de la peor de las pesadillas.
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Bela Lugosi, actor nacido en Transilvania, sería el primero en darle al personaje del vampiro, el Conde Drácula, un porte aristocrático, hipnotizando a sus víctimas para chuparlas la sangre. Tras 4 años representando al personaje en el teatro, lo interpretó en el cine por primera vez en Drácula (1931) de Tod Browning, quien volvería a dirigirlo en La marca del Vampiro (1935), e incluso intervino en la comedia Abbott y Costello contra los fantasmas (1948). Con su acento casi ininteligible en inglés, la carrera de Lugosi quedaría ligada al personaje hasta el final, siendo vestido de Drácula en su funeral.
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Christopher Lee quedará grabado para siempre en la retina de los espectadores por sus ojos inyectados en sangre y sus enormes colmillos en Drácula (1958) realzados por el uso del technicolor que su director, Terence Fisher y la Hammer Films tan bien supieron aprovechar dentro de la estética de terror gótico que fue sello de la productora británica. El reinado del mal inaugurado por Cristopher Lee, quien suscitaba una atracción fatal entre el sexo femenino, encontró a partir de entonces la horma de su zapato en un cruzado consagrado a su causa, el doctor Van Helsing interpretado por Peter Cushing. Ambos repetirían personaje numerosas veces hasta bien entrados los años 70.
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David Peel fue el encargado de encarnar al vampiro, ahora convertido en Barón Meinster, en la secuela de Drácula dirigida también por Terence Fisher en 1960, Las novias de Drácula. La Hammer volvió a contar con una soberbia puesta en escena e incluyó en el guión, que explotaba la vena erótica de sus víctimas, nada desdeñosas relaciones incestuosas, lésbicas y homosexuales. Peter Cushing repitió como Van Helsing, aunque esta vez tuvo que sufrir la mordedura del vampiro.
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Al Lewis fue el encargado de dar vida a la criatura, en una versión mucho más amable del vampiro, como el abuelo de La familia Monster, serie televisiva que se mantuvo en antena entre 1964 y 1966 y que sería objeto de numerosas reposiciones dentro de la pequeña pantalla. Su especial bis cómica, en compañía de otros desmitificados personajes de terror hicieron muy popular su interpretación entre el público infantil.
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Dirigida por Roman Polanski, quien además haría el papel de ayudante del profesor Ambrosius (un pseudo Van Helsing ya entrado en años) El baile de los Vampiros (1967) tuvo a Ferdy Maine como el Conde von Krolock, otro aristocrático vampiro, a quien le acompañaba en esta ocasión su estirpe, un hijo con predilección por los jóvenes muchachos. Una excelente comedia no exenta de tensión, que goza de una excelente ambientación y de la presencia de una bellísima Sharon Tate.
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Ingrid Pitt fue en su versión femenina el Christopher Lee de la productora Hammer, que continuó con la explotación del mito erótico del vampiro, pero recurriendo ahora a algunos tímidos desnudos, convirtiendo a esta exhuberante actriz de generosas curvas y belleza en la condesa húngara Carmilla Karnstein de The Vampire Lovers (1970), una vampiro basada en la obra Carmilla, de Sheridan Le Fanu. Carmilla podía pasear por la sombra a la luz del día, comer como el resto de los mortales y mostraba cierta indiferencia por los hombres. La película inició el declive de la Hammer e Ingrid repitió personajes similares a comienzos de aquella década en La Condesa Drácula (1971), y La Mansión de los Crímenes (id.).
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Lina Romay, musa del cineasta español Jesús Franco (con quien ha trabajado en más de un centenar de películas), dentro de la eclosión erótica que en los años 70 vivió el cine europeo se convirtió en icono sexual femenino interpretando en El ataque de las vampiras (Female Vampire, 1973) a Irina Karlstein, una voraz joven de gran belleza y sensualidad (entonces tenía tan sólo 19 años) que recorría con sus senos desnudos zonas rurales en busca de sus víctimas. También haría de vampira en otros títulos de serie B como The Vampire Lovers (1970), La Hija de Drácula (1972), Los Blues del vampiro (1999) o Vampire Junction (20o1).
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Lujuria para un vampiro (1971) fue la continuación de The Vampire Lovers y del personaje de la condesa Carmilla Karstein creado por la Hammer, pero ahora con la bella espectacular modelo danesa Yutte Stensgaard como protagonista y el guionista Jimmy Sangster como director. Yutte aportó un rostro de mirada un tanto inocente y se encaprichó por el protagonista masculino de la película.
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David Niven, que por aquella época no escogía demasiado sus papeles, aceptó interpretar al famoso Conde en Vampira (1974) también titulada Old Dracula, una floja comedia en la que el vampiro se esforzaba por resucitar a su vieja amada, que finalmente, por la sangre utilizada regresaba en forma de vampira de color, una de las primeras del cine en plena época del Black Power.
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Frank Langella en Drácula (1979) interpretó al Conde en una nueva y muy notable adaptación dirigida por John Badham que recuperaba la novela de Stoker como fuente de inspiración, y en la que el actor compuso a un carismático vampiro a su llegada a Inglaterra cuya intensa mirada lo mismo servía para seducir que para imtimidar. Cuenta con personajes perfectamente caracterizados, un reparto que incluía a Donald Pleasance, una fotografía de colores apagados, momentos de auténtica tensión, la música de John Williams y cómo no, la soberbia interpretación de Laurence Olivier como Van Helsing.
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George Hamilton interpretó ese mismo año a un Conde Drácula que se veía de pronto desahuciado de su Castillo en Transilvania por impago de impuestos en la comedia Amor al primer mordisco (1979). Emigraba a los Estados Unidos y en Manhattan conocía a una modelo que le recordaba a Mina Harker, eludía los ataques del amigo de la joven (Richard Benjamin) y con generosos toques de humor se las veía y deseaba para hincarle el diente a alguna víctima.
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El misterio de Salem´s Lot fue emitida como miniserie y cosechó un gran éxito. Basada en la novela de Stephen King y realizada por Tobe Hopper en 1979, fue protagonizada por David Soul y James Mason en un pequeño pueblo de Nueva Inglaterra al que tras la llegada de unos vecinos comenzaban a suceder extraños sucesos que conducían a la vampirización de la población. Causó gran impacto por su terrorífica atmosfera y tuvo una alta audiencia, siendo el actor Reggie Nalder el encargado de interpretar al vampiro Kurt Barlow, con clara inspiración en el creado por Murnau.
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El mismo año Werner Herzog en claro homenaje a la cinta de Murnau, dirigió una película titulada Nosferatu: vampiro de la noche (1979), nueva versión del clásico de 1922. Protagonizada por Klaus Kinski en el papel que en su día realizó Max Schreck, la película supone todo un ejercicio de buena recreación artística, tétrica y lograda ambientación, esmeradas interpretaciones, que incluyen a Bruno Ganz e Isbael Adjani, pero ritmo excesivamente lento.
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Ambientada en Manhattan en los años 80, El Ansia (1983) es la particular apuesta del director Tony Scott, para a través de una historia de vampiros donde nunca se llega a mencionar la palabra, tratar diferentes temas como la soledad, el amor, la traición... Basada en la novela The Hunger de Whitley Striber, era protagonizada por Catherine Deneuve como Miriam Blaylock, una vampira que veía como todos sus amantes envejecían, y donde la necesidad de sangre era para ella tan importante como el amor.
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En El Ansia, además de Susan Sarandon, también trabajaba el cantante David Bowie como John, el amante de Miriam que tras siglos de existencia comienza a envejecer sin explicación aparente y busca el remedio a su enfermedad en la doctora Sarah Roberts (Susan Sarandon) al tiempo que comienza a actuar con mayor brutalidad.
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Vampiros en la Habana es una simpática, lograda y brillante producción animada cubana del año 1985 dirigida por Juan Padrón, originada en torno al descubrimiento de una nueva fórmula que permitiría a los vampiros salir a la luz del día. El vampisol despierta el enfrentamiento entre las diversas bandas rivales de vampiros por su control (europeos y norteamericanos). Se ambienta en la Cuba de 1933, y el joven Pepe, protagonista y sobrino del inventor, es un revolucionario contra la dictadura de Gerardo Machado.
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Debut en cinematográfico del director Tom Holland (El muñeco diabólico), Noche de miedo (1985) nos presentaba a un joven adolescente aficionado a las películas de terror que ante las sospechas que le infundía su nuevo vecino recurría al actor Peter Vincent (Roddy McDowall) para darle caza. Entretenida parodia de todo el género vampírico desde sus inicios, al estilo ochentero, con Chris Sarandon en el papel de vampiro, no exenta de buenos momentos de terror.
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Lifeforce (1985) fue una película de ciencia ficción dirigida por el mismo Tobe Hopper de El misterio de Salem's Lot hoy quizá desfasada en cuanto a los efectos especiales utilizados, pero en su día tremendamente ambiciosa en su adaptación de la novela de Colin Wilson Los vampiros del espacio. La actriz Matilda May, de una hermosura inigualable, era la fémina de los tres bellos ocupantes hallados en una extraña nave tras la estela del cometa Haley. Sus hipnóticos encantos, que mostraba buena parte de la cinta, servían para atraer a sus desgraciadas víctimas, sembrando el pánico y el caos en el Londres actual.
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En Besos de vampiro (1989) nos encontramos a Nicholas Cage en una certera interpretación poco conocida, la de un hombre corriente tratando malamente de aceptar su reciente conversión en vampiro al tiempo que en su paranoia intenta continuar con su antigua vida. La comedia también sigue algunas pautas de la moda ochentera en el cine, tiene dificultad para enganchar al espectador y contiene elementos trágicos poco habituales en este tipo de películas.
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Siguiendo con la tónica de películas de entretenimiento para adolescentes rodadas en los años 80, destaca Jóvenes Ocultos, como una incursión en el género vampírico rodada por Joel Schumacher en 1987 con Richard Donner como productor. Divertida e inquietante en algunas escenas, casi pensada para toda la familia, con Jason Patrick transformándose en vampiro, Kiefer Sutherland en el papel de pendenciero líder de un grupo de ellos, y tres mozalbetes intentando darles caza siguiendo la consigna "Hay que matar al vampiro jefe". Todo al ritmo de buenas canciones de la época.
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Un año antes de rodar El Club de los poetas muertos, Robert Sean Leonard protagonizó esta película juvenil en la que sufría la transformación en no muerto, El vampiro adolescente (My best friend is a vampire, 1988). Los sucesivos cambios en el comportamiento de este estudiante daban lugar a situaciones cómicas en un guión que no supo aprovecharlas al máximo, con continuas persecuciones por parte de David Warner y sin llegar a crear una atmósfera lo suficientemente atractiva y consistente.
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Forever Knight (en español El Señor de las Tinieblas) fue toda una revelación en el mundo televisivo, al unir el género vampírico al policiaco en sucesivas entregas, de la que todavía hoy vemos sus ecos. Esta serie canadiense iniciada en 1989 que estuvo en antena tres temporadas tenía a Geriant Wyn Davies en el papel de Nick Knight, un policía de Toronto quien en realidad era un vampiro que tras siete siglos de maldad ahora se dedicaba a combatir el crimen.
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La década de los Noventa asistió al resurgir de la leyenda vampírica en el cine de la mano del director Francis Ford Coppola en su Drácula de Bram Stoker (1992). Protagonizada por un camaleónico Gary Oldman, éste mostraba los dos rostros del personaje, el del viejo y decrépito Conde en su castillo de Transilvania (donde cortaba la respiración con sólo verle aparecer) y el del joven y apuesto caballero capaz de enamorar a Mina (Winona Ryder) evocadora de su antiguo y original amor. Una de las versiones más románticas del mito donde Anthony Hopkins interpretó al más sádico de los profesores Van Helsing dentro de un reparto que incluía a Keanu Reeves, Cary Elwes o Monica Bellucci.
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Tom Cruise logró en Entrevista con el vampiro bajo las órdenes de Neil Jordan la que posiblemente haya sido su mejor interpretación hasta la fecha en el papel de Lestat de Lioncourt, mostrando en todos sus rasgos la complejidad de un perturbador y perverso vampiro a lo largo del tiempo a quien le deleita jugar con sus víctimas por el simple deseo de matar. Aristocrático en sus gustos y maneras, el personaje de Lestat para quien los humanos son sólo ganado de Cruise, satisfizo totalmente a la autora sureña de Las Crónicas Vampíricas.
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Louis de Pointe du Lac, o lo que es lo mismo, Brad Pitt convertido en vampiro por nada menos que otra estrella del momento, Tom Cruise, fue uno de los protagonistas de Entrevista con el Vampiro, la poética adaptación de la novela de Anne Rice realizada en 1994. De portentosa puesta en escena y seductora de principio a fin, supuso toda una puesta al día del cine vampírico en la que el personaje de Pitt cargaba con el tormento de su condición mostrando el lado más humano de las criaturas de la noche, siendo además el responsable de la cuidar a una jovencísima Kirsten Dunst.
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El español Antonio Banderas tuvo uno de sus primeros importantes papeles en Hollywood gracias a Entrevista con el Vampiro, donde interpretaba a Armand, el líder de los vampiros parisinos que hacía cumplir la ley vampírica y que, poseedor de todos los concocimientos y sabiduría, aconsejaba a al atormentado Brad Pitt en su nueva y atormentada vida.
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Kirsten Dunst recibió una nominación a los Globos de Oro por su interpretación de Claudia, la pequeña joven que Tom Cruise convierte en caminante de la noche en Entrevista con el Vampiro. Con tan sólo 11 años de edad, la actriz y el actor Brad Pitt compartieron apasionado beso en una escena, y Kirsten, mujer vampiro atrapada en un cuerpo de niña había de superar su tormento para alcanzar la madurez, enamorada eternamente de Louis (Pitt).
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Ante los dos éxitos precedentes y acostumbrados a no dejar títere cinematográfico con cabeza, Mel Brooks dirigió al actor Leslie Nielsen en la disparatada comedia Drácula, Un muerto muy contento y feliz (1995) parodia del Drácula de Coppola en su línea de efectivo humor absurdo.
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Un vampiro suelto en Brooklyn (1995) fue la personal apuesta del director especializado en películas de terror Wes Craven con el actor Eddie Murphy interpretando varios personajes, entre ellos al temible vampiro Maximilian. La película cuenta con algunos momentos en que Murphy borda su papel e incluso infunde miedo, pero el humor empleado termina por pasarle factura a la cinta.
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La serie Buffy Cazavampiros (1997-2003) fue todo un fenómeno televisivo adolescente en torno a lo sobrenatural, reforzado en su parte romántica tras la aparición en escena de un vampiro llamado Angel interpretado por David Boreanaz. El amor entre dos seres que representaban la lucha irreconciliable entre el bien y el mal no tardaría en surgir, arrebatando éste vampiro el corazón no sólo a Buffy (Sarah Michelle Gellar) sino también a las seguidoras de la saga, alcanzando una popularidad que le llevaría a poder disfrutar de su propia serie, Angel (1999-2004), donde realizaría una labor propia de detectives durante 5 temporadas en antena.
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La mítica serie creada por Joss Whedon Buffy Cazavampiros introdujo como inicial compañero a la sombra de Angel a otro vampiro de chulesca actitud adolescente, desafiante, en principio depravado y no tan dado a congeniar con el género humano de nombre Spike. Interpretado brillantemente por el actor James Marsters, éste supo dotar al personaje de cabello rubio platino las dosis necesarias de maldad, ironía y sarcasmo en su lucha contra la cazadora hasta hacerlo resultar especialmente genuino.
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En su corta carrera como director, Richard Elfman, hermano del famoso compositor especializado en cine fantástico (quien compone la banda sonora de la película) dirigió en 1998 Vampiros Modernos. Esta comedia de terror dirigida más bien a un público adolescente se caracterizó por los destapes encaminados a aprovechar esta vez el físico de su joven actor protagonista, Casper van Dien; unos sanguinarios vampiros que disfrutaban de sus propios lugares de ocio y se pasaban la noche entera consumiendo seres humanos literalmente como si estos fueran ganado o pudieran ser directamente servidos a la carta en una discoteca. Pero lo que más llama la atención es ver a un obeso, calvo y envejecido Rod Steiger interpretando a un Van Helsing que se las ve negras para cumplir su misión.
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Un maestro del cine de terror y fantástico como es John Carpenter también hizo su incursión en el género vampírico con Vampiros, realizada en 1998 y basada en el best seller de John Steakley. La historia rodada al estilo de un western discurre en torno a un grupo de impenitentes y brutales cazadores de vampiros que recorren Estados Unidos en su búsqueda. Thomas Ian Griffith fue el encargado de encarnar a un vampiro tan bestial como las violentas escenas que recorren el film, Jan Valek.
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El año 98 fue prolífico para los vampiros en el cine, Stephen Dorff dio vida en Blade a un jovencísimo Deacon Frost, personaje extraído del mundo del cómic (donde es de mayor edad) y que en la película ambiciona convertirse en dios de los vampiros y poder regir así el mundo de los humanos teniendo que enfrentarse para conseguirlo a Wesley Snipes y Chris Christopherson.
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Blade vendría a ser en el género masculino lo que Buffy representó en el femenino, un cazador de vampiros, aunque con un resultado bastante inferior. Duro e implacable, el personaje basado en el cómic de la Marvel e interpretado por Wesley Snipes, mitad hombre, mitad vampiro, es un caminante del día a quien no le afecta la luz, habiéndose erigido en combatiente del mal encarnado por sus congéneres. Snipes volvería a encarnar al personaje en dos secuelas, Blade II (2002) y Blade Trinity (2004).
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Producida por Nicolas Cage La sombra del Vampiro (2000) recreaba ficticiamente a modo de fábula el rodaje de la película Nosferatu de 1922 partiendo del hipotético hecho de que el actor Max Schreck contratado por Murnau, hubiera sido un vampiro real. Willem Dafoe fue el encargado de realizar una extraordinaria caracterización del actor Schreck y John Malkovich no le fue a la zaga en su encarnación del famoso director de cine alemán.
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El mismo Lestat de Lioncourt de Entrevista con el vampiro, tras años de retiro regresó en La Reina de los Condenados (2002) reencarnado nada menos que en estrella de rock, y cambiando el popular rostro de Tom Cruise por el mucho menos conocido del irlandés Stuart Townsend. Con un estilo propio de un videoclip musical, música rockera de lo más cañera y un trasfondo mucho más moderno ,la película queda muy lejos del resultado obtenido por Neil Jordan en 1994, a pesar de ser anunciada como su continuación.
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La exhuberante cantante Aaliyah dio vida en La Reina de los Condenados (2002) a Akasha, madre de todos los vampiros que había dormido durante siglos esperando la hora de despertar para dominar el mundo y sembrar el terror en la tierra. Cruel y despiadada, ve en Lestat el compañero deseable para acompañarla en su nuevo reinado.
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Kate Beckinsale fue Selene en Underworld (2003) una bella guerrera vampiro en un mundo de humanos donde conviven dos de sus peores pesadillas, vampiros y hombres lobo enfrentados por el dominio del reino de la oscuridad. La película presentó una estética a mitad de camino entre Blade y Matrix, invadida de efectos digitales y donde se presentaba a los vampiros como seres sofisticados y a los hombres lobo más brutales, surgiendo el amor imposible entre uno de estos últimos y el personaje de Selene.
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En 2006 le llegó el turno a la serie Blood Ties, adaptación televisiva de las novelas que Tanya Huff había comenzado en 1991 dentro de su conocida como Saga de la Sangre. La serie canadiense titulada en castellano Hijos de la noche, mezcla lo vampírico y lo policiaco, con la detective Vicky Nelson como protagonista. Kyle Schmid es el encargado de dar vida a Henry Fitzroy, un joven vampiro descendiente del mismo Enrique VIII convertido en dibujante de novelas gráficas y empedernido seductor que ayudará a la detective en su lucha contra lo sobrenatural. Dos temporadas se ha mantenido en antena hasta el presente 2008. [Ver aquí].
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Alex O’Loughlin interpreta al vampiro Mick St. John en otra serie que une la presencia de un caminante de la noche al género policial en Moonlight (2007). Mick es un vampiro que, circunstancias del destino, un día tras salvarle la vida a una niña, decide abandonar el lado oscuro y convertirse en detective. El transcurrir de los años hará que sus pasos se crucen de nuevo con esa misma niña (Sophia Myles) ahora convertida en reportera, surgiendo el vínculo romántico en su relación. También tiene en Jason Dohring a un rico amigo que al igual que él, es un caminante de la noche. [Ver aquí].
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Danny Huston (hijo del famoso director) ha sido este 2008 el líder de un grupo de vampiros que cazan en manada y que aterrorizan el pueblo más al norte de Alaska durante sus 30 días de Oscuridad, película basada en los comics de Steve Niles y Ben Templesmith. Marlow, que así se llama el personaje de Huston, lo mismo que sus camaradas se comporta como una bestia desenfrenada en un auténtico festín de sangre humana, protagonizando una cacería indiscriminada ante la aterrorizada mirada de los habitantes y de su sheriff, interpretado por Josh Hartnett. [Ver aquí].
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Y después de tantos años de presencia oculta, conocidos sólo a través del cine y la literatura, los avances tecnológicos hacen posible crear una nueva sangre sintética, True Blood, que permite a los vampiros dejar de alimentarse de sangre humana y vivir entre nosotros sin representar una amenaza (o al menos eso parece). Stephen Moyer es el vampiro protagonista de esta nueva serie firmada por Allan Ball que acaba de estrenarse en Estados Unidos. Su personaje, Bill Compton, es reservado y misterioso, con el suficiente atractivo como para enamorar a la rubia protagonista, Anna Pakin, creando un candente aura romántico. [Ver aquí].
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El año no terminará sin que asistamos a un nuevo film en el mes de noviembre, Crepúsculo (Twilight) donde una chica (Kristen Stewart) al irse a vivir a la localidad donde reside su padre, conocerá a un guapo joven rompecorazones que no resulta ser como los demás, Edward Cullen, interpretado por Robert Pattison (Cedric Diggory en Harry Potter), un vampiro que no bebe sangre. Basada en las novelas de vampiros adolescentes de Stephenie Meyer, el amor surgirá entre ambos, dentro de una romántica y no poco difícil historia de amor [Ver aquí].
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La BBC ha estrenado en 2009 una singular miniserie de seis episodios, Being Human, en la que nos presenta a un trío formado por un vampiro, un hombre lobo y una fantasma, todos ellos veinteañeros tratando de llevar una existencia lo más humana posible. Aidan Turner es Mitchel, un vampiro convertido en los tiempos de la I Guerra Mundial que trabaja como empleado de la limpieza en un hospital, vive a la luz del día y que reniega de la sed de sangre de sus congéneres. [Ver aquí].
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Septiembre de 2009 es la fecha de estreno de la nueva serie de vampiros que estrenará la cadena norteamericana CW, The vampire diaries y en la que Stefan (Paul Wesley) es uno de los dos hermanos Salvatore. Enamorado de la joven Elena, una estudiante del instituto, trata de comportarse como un humano, absteniéndose de beber su sangre y vive atormentado por su condición, buscando su redención. [Ver aquí]
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The vampire diaries es la adaptación de las novelas para adolescentes de L.J. Smith, iniciadas en 1991 y anteriores a la saga Crepúsculo. Los hermanos Salvatore han sido convertidos en los tiempos de la Guerra de Secesión Norteamericana y el actor Ian Somerhalder (Smallville, Perdidos) interpreta a Damon, arrogante y seductor, un vampiro encantador, pero que con gran facilidad se convierte en un peligroso depredador. [Ver aquí]
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Estocolmo a mediados de los años 80 es el escenario de una cautivadora historia de amor y amistad en la que Oskar, un niño que tiene dificultades con los matones de su escuela, conoce a Eli, una niña convertida en vampiro con tan sólo 12 años de edad. Basada en la novela de John Ajvide Lindgvist, la aclamada película sueca Déjame entrar (2008) es un fascinante cuento gótico sobre el amor infantil en la que el que la actriz Lina Leandersson realiza un sorprendente e inquietante papel.
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gracias: el mundo del cine: vampiro