LUNA NUEVA: MAS AMOR, MENOS SANGRE

Fuente:www.diarioshow.com

La segunda película de la saga de vampiros de Stephenie Meyer, que arrancó el año pasado con Crepúsculo. Con las actuaciones de Robert Pattinson y Kirsten Stewart, el film amenaza con desterrar a This is it de la cima.


Este jueves se estrena en nuestro país Luna Nueva, el anteúltimo gran tanque que le queda a la cinematografía del 2009 (el otro será 2012, de James Cameron). No trajo nada nuevo o, al menos, inesperado, mucho menos para aquellos que siguen la historia en los cuatro libros que escribió Stephenie Meyer. Sin embargo, esta segunda entrega de la serie es, en mucho aspectos, mejor que la primera, Twilight.

Edward Cullen (Robert Pattinson) hace las veces de un vampiro "bajas calorías", que hace todo lo que hacen los vampiros, menos beber sangre. Mucho menos si es de su amada Bella Swan (Kirsten Stewart). Completando el triángulo de novelón adolescente, se encuentra Jacob Black (Taylor Lautner), el mejor amigo de Bella y enemigo acérrimo del cara pálida desde tiempos ancestrales. Con ese cóctel está servida la mesa para un melodrama de aquéllos.



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Y así es. Pero ojo, porque el director Chris Weitz, consigue llevar la película de manera que la narración empatiza con los sentimientos de la joven Bella. Así, cuando Bella sufre por su amado, el ritmo de la película es lento, gris, triste.

Sin embargo, el papel que más se luce aquí es el del joven Black, que para no ser menos que los Cullen, también tiene una familia que guarda un secreto desde tiempos inmemoriales, que el espectador conocerá a lo largo de los 130’ del film y que dará la certeza de que Bella Swan es una chica que se adapta fácilmente a lo extraño. Jacob sufre en silencio por ser el segundo en el amor de Bella. Debe debatirse entre su amiga y su amor que parece imposible.

Otro gran mérito de la saga, que en la película aparece a cuentagotas por una cuestión de tiempos cinematográficos, es que los protagonistas están rodeados de un entorno que es sumamente variado y puede contribuir a provocar giros inesperados. Así, del lado de Edward aparece su familia, sus vampiros enemigos y ¡hasta una familia real vampira!. Del lado de Bella, están Jacob, su familia, sus amigos y el padre de ella, el jefe de policía.

En definitiva, Luna Nueva consigue ser una película entretenida, mejor que su predecesora, en la que el director y el guión lograron reflejar en pantalla los vaivenes emocionales de una adolescente de 18 años.

Si usted leyó el libro, la película le parecerá bastante más fiel de lo que se puede esperar de una adaptación (revisar las películas de Harry Potter, por caso) y quedará conforme. Perderá la incertidumbre, presente en varios tramos del film.

Si usted no leyó el libro y quiere seguir la historia de Bella y Edward sólo en el séptimo arte, se encontrará con una película que siempre parece tomar un rumbo, hasta que virá hacia otro que, momentos antes, parecía lejano.

El mayor logro de “Luna Nueva” es que consigue ser una película que deleitará a los fans, le gustará a los adolescentes, y logrará que cualquiera que decida verla no termine sumido en un absoluto sopor. Aunque que le resulte imposible entender cómo un vampiro se rehúsa a chupar sangre.


LNM